13 de octubre de 2011

Todos a bordo

La mañana del 20 de septiembre, mientras festejaba descontroladamente  en un frenesí de costura, hilos y muñecas locas el día del trabajador petrolero, decidí comprarme una maquina de coser nueva. No es que la mía no funcionará, por que estuve cociendo todo este tiempo con ella, pero  la verdad es que le tenía bronca.  Aproveche que tenía un dinerillo ahorrado, y luego de meditarlo unos  15 segundos, me fui derechito a comprarla.



Cuando llegue a la tienda  vi los modelos disponibles, iba por el modelo más barato, pero por $100 más me llevaba uno que no recuerdo que diferencia tenía. Luego de completar la operación la muchacha que atendía me dijo:
-Tenés que tomar un curso. Un curso de manejo.
- Ah bueno - le conteste - ¿y hasta que no me den el registro no puedo usarla?
- Para el curso hay que sacar turno. La profesora solo viene por la tarde. Y tenes que traer la maquina.
-Y como maldición se supone que venga con la maquina si aún no me dan el registro?
-Bueno - dijo mirando su apretada agenda - hoy hay un turno, podes tomar el curso hoy?
-Genial -replique eufórica por mi suerte  - y a que hora es?
- Cuando quieras tomar el curso me avisas. - y se me quedo mirando fijo.
-Ahora por favor! - Le suplique mirando a los lados, buscando a la profesora., un pupitre, algo.

detalle de la maquina ya customizada.
jajaja


La chica salio de atrás del mostrador, haciéndome señas para que la acompañe hasta la vidriera.
- Ahora vas a tomar el curso de manejo.-  repitió mientras abría una caja en donde estaba mi maquina. - Entonces empezamos. Este es el pedal, se enchufa por aquí, luego tocas el interruptor.....
Por si no lo adivinaron ella misma era la bendita "profesora"